Nadie sabe exactamente por qué esto es así, en términos de química cerebral, pero la adolescencia puede ser bastante difícil, incluso sin estas complicaciones.
En la anorexia, [que por lo general aparece en edades comprendidas entre los 14 y 17], cuando el peso es muy inferior al normal, el cerebro y el cuerpo tienden a reaccionar de manera diferente", dijo Andrea Vazzana, profesor clínico asistente de psiquiatría infantil y adolescente en el Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Nueva York. "Alguien cuyo peso sea muy inferior al normal es más propenso a tener dificultades para concentrarse y tomar buenas decisiones. El razonamiento se torna más difícil y el estado de ánimo resulta afectado. La persona está más irritable, deprimida y ansiosa".
Los trastornos alimentarios son tan comunes en los Estados Unidos que 1 o 2 de cada 100 estudiantes padece uno de estos trastornos. Cada año, miles de adolescentes padecen trastornos alimenticios o problemas de peso, de alimentación o con la imagen corporal.
Un trastorno alimentario implica más que simplemente hacer dieta para perder peso o hacer ejercicio todos los días. Se trata de comportamientos alimentarios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas. También guarda relación con personas que no salen con amigos porque creen que es más importante salir a correr para contrarrestar el dulce que comieron más temprano.
Los trastornos alimentarios más comunes son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como "anorexia" y "bulimia"). Pero existen otros trastornos relacionados con la alimentación que se están volviendo más comunes, como el trastorno por atracón, los trastornos relacionados con la imagen corporal o las fobias a determinados alimentos.
carolina lima
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