Trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TCANE)
Esa categoría incluye un amplio rango de trastornos alimentarios, muy similares a la anorexia y bulimia, pero con otras tonalidades. Quienes padecen trastorno por atracón, por ejemplo, suelen ingerir alimentos de manera descontrolada, como quienes padecen bulimia, con la diferencia de que en este caso no se purgan de ninguna manera y normalmente padecen obesidad y sobre peso. Quienes padecen este trastorno sufren de muchos sentimientos de culpa y ansiedad, lo que los hace continuar con el ciclo.
Si bien es cierto que estos son los trastornos alimenticios más comunes, , en relación con la ansiedad se pueden desarrollar muchos trastornos que, por no ser tan evidentemente graves, muchas veces pasan desapercibidos. Por ello es siempre conveniente evaluar a tiempo, cómo se encuentran nuestros hábitos generales de sueño, alimentación y ejercicio, pues estos son componentes clave para mantener la ansiedad dentro de límites saludables.
La pregunta ahora es ¿Qué se da primero: la ansiedad o el desorden alimenticio? Pues los estudios apuntan a que es la ansiedad primero y después vienen los trastornos de alimentación, exceptuando el trastorno de pánico, el cuál tiene una tendencia a surgir una vez que ya se padece algún tipo de trastorno en la alimentación.
Si el principal problema es evidentemente la ansiedad (comemos en exceso o dejamos de comer, dependiendo de nuestros niveles de la misma), es bueno calmar un poco las respuestas de nuestro sistema nervioso, para lo cual pueden ser efectivas algunas técnicas más alternativas, como ejercicios de relajación o meditación.

moreno julieta
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