lunes, 17 de noviembre de 2014

RIESGOS DE SUICIDIOS EN PERSONAS CON TRASTORNOS ALIMENTICIOS.
Las ideas y las conductas suicidas de los anoréxicos "no deberían considerarse algo pasajero (...) Deberían tomarse en cuenta seriamente y recibir tratamiento profesional"
Los 413 participantes (la mayoría mujeres) tenían entre 16 y 76 años. Casi el 17 por ciento de la cohorte mencionó haber intentado suicidarse por lo menos una vez, principalmente entre los 7 y los 40 años de edad.
Más de la mitad de esos casos recibió atención médica, publicó el equipo en la revista Psychosomatic Medicine.
Los participantes con un subtipo restrictivo de anorexia nerviosa, definido como restricción grave de alimentación sin antecedentes de atracones compulsivos o purgas, tenían el nivel de riesgo más bajo: el equipo halló que alrededor del 7 por ciento de este grupo había intentado suicidarse por lo menos una vez.
En cambio, el 26, el 29 y el 21 por ciento de los participantes con los subtipos de la enfermedad que incluyen purgas, atracones compulsivos y la combinación anorexia/bulimia, mencionaron haber intentado suicidarse por los menos una vez.
Esos subtipos incluyen conductas simples o combinadas de vómitos, abuso de laxantes o diuréticos y atracones compulsivos.
Además de la tan difundida relación entre la depresión y el riesgo de suicidio, el equipo halló que intentar quitarse la vida estaba asociado también con otros factores, como pánico, estrés postraumático, abuso o dependencia de las drogas, conducta dramática o errática, alteraciones del control de los impulsos y autolesiones o cleptomanía.
"El estudio reafirma que la anorexia es un trastorno mental grave", finalizó Bulik.
NEUROCIENCIA | Bulimia, anorexia...

Morir antes por culpa de los trastornos alimenticios


Sufrir anorexia aumenta unas cinco veces el riesgo de muerte y padecer bulimia u otro tipo de desorden alimentario lo duplica, según un estudio realizado por investigadores de la Loughborough University, en Reino Unido, publicado en 'Archives of General Psychiatry'.
La causa del fallecimiento de estos pacientes no está siempre clara. Sin embargo, entre los pacientes con anorexia que mueren, uno de cada cinco casos es un suicidio. Las otras muertes son atribuidas a los brutales efectos que tienen los desórdenes alimentarios sobre el cuerpo cuando se sufren durante mucho tiempo.
Según el líder de este estudio, Jon Arcelus, "por supuesto, los desórdenes alimentarios tienen serias consecuencias físicas". Este estudio "no pudo identificar cuántas personas morían, pero no hay duda de que las razones que había detrás estaban relacinadas con problemas físicos de la enfermedad", apunta.
Los investigadores llevaron a cabo un meta-análisis de 36 estudios publicados entre 1966 y 2010, que incluyeron a 17.000 personas con este tipo de trastornos, de las que murieron un total de 755.
Sus análisis mostraron que cinco de cada 1.000 personas con anorexia fallecían cada año, lo que es cinco veces más de lo que se podría esperar para un grupo similar formado por personas de la población general, sin desórdenes alimentarios.
Entre aquellas personas con bulimia u otros desórdenesalimentarioss, la tasa de muerte fue el doble de la esperada, en comparación con personas sin trastornos alimentarios.
-Kiara Bueno.

TRASTORNOS ALIMENTICIOS Y MITOS DE LA BELLEZA RELACIONADOS CON ADICCIONES


 1.       ¿Cuáles son las principales adicciones de los jóvenes y adultos?
Las principales adicciones, que en psiquiatría se denominan Trastornos Relacionados con Sustancias (TRS), involucran dos sustancias de curso legal: el alcohol y la nicotina, siendo el alcohol el que genera el cuadro más grave, tanto en morbilidad, como mortalidad.

 2.       ¿Cuál considera son los principales factores que producen trastornos alimenticios en los jóvenes?
 Hay numerosos factores involucrados en la génesis de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), los cuales afectan principalmente a la población joven. Por un lado se encuentran las variables genéticas, las experiencias infantiles y de la adolescencia traumáticas (incluidas el abuso físico y sexual) y, por el otro lado, variables socioculturales, dentro de las cuales se encuentran la preeminencia de los medios audiovisuales en la vida cotidiana y la llamada sociedad del "vacío", en el contexto de la denominada "Modernidad Líquida".

 3.       En estadísticas, ¿quiénes sufren más de estas enfermedades (población, género, edad)?
Los TRS afectan sobre todo a varones, entre 15 y 35 años; los TCA a mujeres, también entre 15 y 35 años. Se dice que los TCA son la "cara femenina" de los TRS, en el contexto de las llamadas "patologías del vacío" 

 4.       ¿Cuáles son los principales síntomas para descubrir que un familiar está sufriendo de esta enfermedad?
En los TCA las pacientes tienden a aislarse, a restringir la alimentación (con excusas repetidas, por ejemplo alegando dolor de estómago), evitar comidas (también con excusas repetidas, como que comió en otro lado), a quedarse mucho tiempo en el baño luego de comer y a encontrarse muy irritables. En los TRS los paciente tienden a quedarse despiertos hasta muy tarde solos, a dejar las amistades habituales para comenzar salidas con "nuevas amistades", hay dificultad para cumplir las demandas de las actividades académicas o laborales que tengan, tienden a encontrarse muy irritables y a quedarse encerrados en su cuarto mucho tiempo.

 5.       ¿Tiene cura?

Sí, entendiendo por cura el concepto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es el logro de la plenitud biopsicosocial. Es el objetivo que se busca en todo tratamiento, aunque no sea sencillo.

 6.       ¿Pueden sufrir de una recaída?
Sí, lo más habitual es que esto ocurra cuando el paciente interrumpe el tratamiento, por sentirse mejor y considerar que no lo necesita más.

 7.       ¿Cómo se puede ayudar desde la casa a las personas que sufren de estos trastornos?
 Lo principal son 2 cuestiones: diálogo franco, directo y buscar un lugar especializado en la atención de estos pacientes (estos pacientes tienden a no mejorarse en los lugares donde no se realiza atención especializada e interdisciplinaria)

 8.       ¿Los adultos sufren de estos trastornos y de qué tipo?
Sí, cada vez hay más adultos con cuadros crónicos (tanto de TCA, como de TRS). Respecto al tipo de cuadro que sufren, en el caso de los TCA, el más frecuente es el llamado Trastorno por Atracones y, en el caso de los TRS, el cuadro más frecuente es el vinculado al consumo de Alcohol y nicotina (no diferenciándose en este último caso de la población más joven, la diferencia en esta población es que es menor la incidencia de los Trastornos vinculados a otras sustancias, como la cocaína, la marihuana, el LSD, entre otras)

 9.       Explicar el mito de la belleza y su relación con las adicciones
 Es muy extenso de explicar, pero para resumir podría decirse que, frente al vacío cultural de nuestra actual modernidad "líquida", aquellos que han sufrido experiencias traumáticas y/o cuestiones de características análogas, tienden a buscar en la belleza y lo vinculado a ella, la solución, a la vez que un escape, a muchos de sus problemas principales (ésta es una búsqueda principalmente inconsciente). Como esta solución obviamente no es posibles a través de dicha vía, la búsqueda se vuelve una obsesión, reforzada a su vez por su utilidad como escape (la preocupación principal pasa a ser ahora la imagen corporal y no el problema de fondo), algo que puede verse claramente en los TCA. En el caso de los TRS, el abuso o dependencia de la sustancia ocupa un lugar similar al de la belleza, generando una situación análoga, a la cual hay que sumarle el efecto neuropsiquátrico reforzador de la sustancia consumida.

 10.   ¿Se puede prevenir esta enfermedad?
Sí, ya hay numeroso Talleres que se han hecho en los Colegios que reducen la incidencia de dichos cuadros; asimismo hay trabajos que demuestran que ciertas conductas en el hogar también reducen la probabilidad de que aparezcan dichos Trastornos, como por ejemplo el diálogo intrafamiliar, el no estar el niño más de 2 horas solo frente a la TV, la PC u otro aparato similar, ciertos hábitos alimentarios de los padres, etc.

11.   ¿Es esta enfermedad hereditaria?

 Si bien hay variables genéticas que pueden facilitar la aparición de estos cuadros, los mismo no son hereditarios como lo es el color de cabello, la altura o el color de la piel, ya que hay muchos otros factores que influyen en la génesis de estos graves cuadros (como las experiencias infantiles y las variables socioculturales mencionadas previamente). 

Julieta Simioni
Bajo el título de La impulsividad en la bulimia nerviosa, ha señalado la baja autoestima como principal factor causante de esta enfermedad. 

La bulimia nerviosa es conocida como un trastorno alimentario grave, pero no es el único, también conlleva muchos otros trastornos añadidos aunque no tan conocidosEizaguirre ha mencionado como principales la depresión, trastornos de ansiedad, adicciones y trastornos de personalidad. Por lo tanto, no es suficiente con que el enfermo “aprenda a comer”, sino que es un proceso mucho más complejo. 

Las personas que padecen bulimia nerviosa tienen una conducta impulsiva caracterizada por abusar de sustancias como drogas y alcohol y por ser sexualmente promiscuas , con el riesgo que ello conlleva. 

Con frecuencia también llevan a cabo autoagresiones e incluso pueden llegar al intento de suicidio. El doctor ha afirmado que un tercio de las mujeres que padecen bulimia han sufrido abuso sexual. 

Estas experiencias traumáticas "se guardan en un cofre". Es un hecho tan impactante para la psique que cuando algún estímulo externo les hace recordarlo, la persona "se queda en un estado de estupor" y revive la ansiedad que tuvo cuando sucedió. 

Cuando una persona padece algún tipo de trastorno alimenticio es más vulnerable al estrés, a la impulsividad y a sufrir trastornos afectivosAdemás “la malnutrición altera muchísimo la mente”. Esa preocupación por el cuerpo y por el peso le lleva a ayunar, a hacer un uso abusivo de laxantes y en ocasiones de diuréticos. La persona siente hambre, se da un atracón de comida y posteriormente siente una sensación de culpa y ansiedad que le lleva a vomitar. 

Todo ello provoca en ella un aumento de la inestabilidad afectiva y de la impulsividad. Este ciclo bulímico, tal y como ha señalado Eizaguirre, hay que cortarlo y lo tiene que entender la paciente y la familia. 

La impulsividad se da en un gran número de trastornos: afectivos, de personalidad o trastornos de la propia imagen corporal. Es un síntoma importante porque “la persona corre grave riesgos” y hay que “contenerle para que no se dañe por esa impulsividad”.

La bulimia multiimpulsiva es de hecho una de las más graves y una de las que requiere de unos programas mucho más elaborados. Son personas con la personalidad muy alterada y con “un trastorno depresivo muy severo”.

La clave de la impulsividad está en la serotonina, neurotransmisor cerebral encargado de regular el estado de ánimo. Incide mucho en la concentración, en el sueño y en la depresión. Con bajos niveles de serotonina, se dan muchos cambios del estado de ánimo y la depresión siempre está presente. 

Sobrevaloración de la imagen corporal hoy día y la búsqueda de aceptación por parte de los demás
Si yo siento que por dentro no valgo nada, voy a ver “si siendo como la sociedad actual dice que debo ser, alguien me acepta” La persona no se siente querida, siente un vacío emocional e intenta llenarlo con cosas” cuando quisieran llenarlo con afecto” 

El doctor ha comentado los diferentes programas que llevan a cabo en su centro, como terapias de control del vómito o trabajos corporales. A lo largo del tratamiento se toman diferentes medidas para quitar el dolor y sufrimiento al paciente para dar tiempo a que el proceso haga efecto y la persona se cure.

Julieta Simioni

Como prevenir los trastornos alimenticios en los adolescente

Dos de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más frecuentes en la adolescencia son la anorexia y la bulimia. Ambos maltratan físicamente el cuerpo y  afectan las relaciones de los enfermos con su familia y el entorno.  
Más que cuestionar los posibles causas de este mal, entre las que figuran  los patrones de belleza impuestos desde la pasarela y la ineficacia de modelos de comunicación — más bien de incomunicación— que aíslan y enajenan a los adolescentes, me interesa hoy ayudar a prevenir estas formas de TCA pues una vez instaurados son difíciles de remediar sin que permanezcan tristes secuelas.

Según los especialistas, este tipo de trastornos es más frecuente en las mujeres que en los hombres —un 90 frente a un 10  por ciento—. Existe consenso acerca de la efectividad de los grupos de autoayuda y otras formas de psicoterapia asistida que enmiendan la autoestima, usualmente dañada en estos pacientes, y les instruye acerca de las pautas necesarias para conseguir una dieta equilibrada y sana.

Terapia psicológica personal 


Pero a veces no es suficiente la terapia psicológica personal y/o familiar, en algunos casos se precisa de tratamiento farmacológico y se impone ayuda especializada para restaurar los daños orgánicos que las TCA ocasionan, así como la recuperación del peso adecuado y el aprendizaje de los hábitos dietéticos correctos.
Quererse uno mismo y aceptarse tal cuál te pinta el espejo, podría ser el antídoto perfecto. Una correcta autoestima inmuniza de por vida frente a los TCA. Quien se ama a sí mismo, suele sentirse satisfecho con lo que la naturaleza le ha dado y su espíritu soportará, sin mellas, comentarios, burlas y hasta destructivas opiniones ajenas que pueden no faltar en el entorno juvenil. 
Claro está, la percepción de la imagen propia también suele estar circunstancial mente tamizada por los sentimientos y estados de ánimo: si has tenido un buen día, tu apariencia frente al espejo te hará brotar una sonrisa; en cambio, si estás triste o deprimida, podrías decepcionarte, incluso, de lo que hasta ayer te hizo feliz.

Julieta Simioni

Problemas alimenticios

Los problemas alimenticios que usualmente experimenta el adolescente son resultado de depresiones, malos hábitos de nutrición y por el hecho de querer las comidas de moda. Pero, aparte de esto, existen dos desórdenes psiquiátricos de la alimentación: la bulimia y la anorexia nervosa, que actualmente están más presentes especialmente en las jóvenes.
Según investigaciones realizadas en Estados Unidos, 10 de cada 100 mujeres jóvenes sufren de un desorden de la alimentación; ciertamente también se encuentra esto en jóvenes, pero es menos frecuente.
Ante esto, muchos padres de familia se preguntan cómo se pueden reconocer los síntomas de la anorexia nervosa y de la bulimia, puesto que muchos adolescentes pueden ocultar a sus familias por meses o aun por años estos desórdenes de posibles consecuencias serias o fatales.
Síntomas de la anorexia nerviosa:
La joven con anorexia nervosa es típicamente una perfeccionista. En su mente tiene la firme creencia -irracional- que está gruesa inclusive cuando pierde mucho peso y se pone muy delgada. Esta persona siente la necesidad de tener en control de su propia vida, experimentando este control sólo cuando niega la demanda que su cuerpo necesita de comida. Es su obsesión por adelgazar, la adolescente poco a poco se está matando a causa de su régimen de hambre. Esto puede llegar a situaciones muy serias de dañar su cuerpo, e inclusive hasta puede llevarla a la muerte.
Síntomas de la bulimia:
Los síntomas de esta enfermedad se identifican al momento que la persona ingiere grandes cantidades de comida de altas calorías y luego se purga de estas calorías vomitado y/o usando laxantes.
Además, esta excesiva alimentación puede alternarse con dietas extremas que trae como consecuencia fluctuaciones de peso dramáticas. Las repetidas purgas traen consigo un peligro muy serio a la salud física, incluyendo la deshidratación, el desequilibrio hormonal, el agotamiento de minerales importantes y el daño a los órganos vitales.
Asimismo, las personas que padecen esta enfermedad suelen experimentar depresión, ansiedad y abuso de substancias.
El tratamiento para estas personas debe ser comprensivo y requiere de un tratamiento en equipo; es decir mucha colaboración de los familiares, amigos y médico.
Es importante el que se reconozcan estos problemas y se les de el tratamiento apropiado.
OBESIDAD
Los trastornos alimentarios son trastornos psicológicos que cursan con graves alteraciones de la conducta alimentaria. Aproximadamente entre un 2% y un 4% de mujeres jóvenes sufre síndromes completos de trastornos del comportamiento alimentario (TCA): anorexia y bulimia nerviosas. Según criterios DSM-IV-TR (APA, 2000), la patología alimentaria, incluyendo formas clínicas completas o subclínicas como el trastorno por atracón, constituye uno de los problemas psicológicos más prevalentes en las mujeres.
Son alteraciones marcadas por la cronicidad y las recaídas y asociadas a un elevado riesgo de suicidio. Sus consecuencias pueden ser muy severas, hasta tal punto que pueden causar la muerte. Así mismo, presentan una elevada comorbilidad con otro tipo de trastornos, como la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias, los problemas de salud y obesidad 
                                                                                               ANOREXIA.
OBESIDAD.






La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que suele iniciarse en la infancia y la adolescencia. Tiene su origen en una interacción genética y ambiental, siendo más importante la parte ambiental o conductual, que se establece por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Se caracteriza por una excesiva acumulación de grasa corporal y se manifiesta por un exceso de peso y volumen corporal. Sin embargo, es muy simplista pensar que la obesidad sólo se debe a un consumo excesivo de alimentos y a una actividad física deficiente.
Los cambios demográficos y culturales han afectado al comportamiento de los niños en múltiples aspectos, incluidas la conducta alimentaria y la actividad física.

-Kiara Bueno


Transtorno alimenticios

Los trastornos que empiezan en la juventud, en la adolescencia, sin importar qué trastorno sea, son siempre más difíciles de tratar y es más difícil recuperarse", aseguró el Dr. David Schlager, profesor clínico asistente de psiquiatría y ciencias conductuales de la de la Facultad de medicina del Centro de Ciencias de la Salud de Texas A&M.
 Nadie sabe exactamente por qué esto es así, en términos de química cerebral, pero la adolescencia puede ser bastante difícil, incluso sin estas complicaciones.
 En la anorexia, [que por lo general aparece en edades comprendidas entre los 14 y 17], cuando el peso es muy inferior al normal, el cerebro y el cuerpo tienden a reaccionar de manera diferente", dijo Andrea Vazzana, profesor clínico asistente de psiquiatría infantil y adolescente en el Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Nueva York. "Alguien cuyo peso sea muy inferior al normal es más propenso a tener dificultades para concentrarse y tomar buenas decisiones. El razonamiento se torna más difícil y el estado de ánimo resulta afectado. La persona está más irritable, deprimida y ansiosa".






Los trastornos alimentarios son tan comunes en los Estados Unidos que 1 o 2 de cada 100 estudiantes padece uno de estos trastornos. Cada año, miles de adolescentes padecen trastornos alimenticios o problemas de peso, de alimentación o con la imagen corporal.
Un trastorno alimentario implica más que simplemente hacer dieta para perder peso o hacer ejercicio todos los días. Se trata de comportamientos alimentarios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas. También guarda relación con personas que no salen con amigos porque creen que es más importante salir a correr para contrarrestar el dulce que comieron más temprano.
Los trastornos alimentarios más comunes son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como "anorexia" y "bulimia"). Pero existen otros trastornos relacionados con la alimentación que se están volviendo más comunes, como el trastorno por atracón, los trastornos relacionados con la imagen corporal o las fobias a determinados alimentos.


carolina lima

domingo, 16 de noviembre de 2014

SADOREXIA

SADOREXIA

La sadorexia es un trastorno alimenticio poco conocido, ya que se trata de una evolución de la anorexia tradicional. Es lo que se llama un trastorno alimenticio de segunda generación y que debemos tener presente, pues es mucho más serio que la anorexia en sí misma, pues mezcla los síntomas de ésta con el auto maltrato físico de las personas enfermas. Es necesario que conozcamos lo que este trastorno alimenticio puede hacer en nosotros.
Como su nombre indica, la sadorexia mezcla la anorexia con el sadomasoquismo, es decir, no comer con el maltrato físico. Esta enfermedad conjuga a la perfección comportamientos propios de la anorexia y la bulimia, como no comer, provocarse el vómito… Junto a esto lo que los enfermos suelen hacer es provocarse dolor mediante autolesiones que llevan a cabo en su propio cuerpo para evitar así las ganas de comer. El castigo físico es una manera de acabar con la ansiedad que causan las ganas de comer. De esta manera lo que se consigue es acabar con el hambre que causa la falta de alimento, y así adelgazar mucho más deprisa.
La sadorexia es el punto más extremo de la anorexia, y las personas que la padecen suelen alcanzar una delgadez máxima que las deja sin fuerza para poder enfrentarse al día a día y dañar así gravemente el organismo de las personas afectadas por este trastorno. Las personas que padecen algún trastorno alimenticio por lo general suelen tener muy baja autoestima y sensación de no tener el control sobre su vida. Por este motivo recurren a controlar la alimentación, que es la única vía de escape. En el caso de la sadorexia esta sensación de control sobre el propio cuerpo es mayor, ya que las autolesiones hacen a los enfermos sentir menos ansiedad.




SEUDOREXIA

La Seudorexia es el deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas como tierra, tiza, yeso y algodón.

SINDROME DEL COMEDOR NOCTURNO

SINDROME DEL COMEDOR NOCTURNO:

En este trastorno se come poco a lo largo del día porque el gran consumo llega tras la noche, con la consecuencia de que aparezca sobrepeso y alteraciones del sueño. Descubre si padeces el síndrome del comedor nocturno y cómo abordarlo.
Debido al desorden que se produce con la rutina normal de las comidas, las personas con síndrome del comedor nocturno suelen presentar obesidad o están predispuestas a serlo.
Las comidas deben ir disminuyendo en calorías a lo largo que pasa la jornada, ya que a la hora de la cena el cuerpo no necesita de un gran aporte energético al no someterse a grandes esfuerzos físicos o mentales. Por el contrario, en las personas que padecen el síndrome del comedor nocturno, estos baremos están descompensados, siendo capaces de ingerir hasta el 70 por ciento de las calorías por la noche en esos momentos que pasan despiertos.
El segundo gran efecto de los comedores nocturnos es que estas personas se levantan repetidas veces a lo largo de la noche y este comportamiento puede acabar originando insomnio.


Diabulimia

El aumento de peso que se produce por el uso inicial de la insulina en las personas diabéticas ha provocado que algunos pacientes adolescentes decidan no utilizarla y recurran a métodos purgativos con tal de no engordar, es el caso de un trastorno conocido como diabulimia.
La purga suele practicarse con el ayuno de algunas comidas, vómitos, la práctica excesiva de ejercicio físico, el uso de laxantes sin prescripción médica o con las restricciones voluntarias de las dosis recomendadas de insulina, todo ello con el fin de perder peso o de no ganar nuevo. Es la manera en la que la bulimia y la diabetes se encuentran y dan lugar a este nuevo trastorno, la diabulimia, que es aún más complejo de tratar.
Tal y como confirman los últimos estudios que han tratado de averiguar por qué se produce la diabulimia entre las personas diabéticas, algunas chicas jóvenes con diabetes han demostrado tener más del doble de probabilidades de desarrollar un trastorno alimentario en comparación con mujeres de la misma edad sin diabetes.

Ansiedad alimentaria


Trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TCANE)


Esa categoría incluye un amplio rango de trastornos alimentarios, muy similares a la anorexia y bulimia, pero con otras tonalidades. Quienes padecen trastorno por atracón, por ejemplo, suelen ingerir alimentos de manera descontrolada, como quienes padecen bulimia, con la diferencia de que en este caso no se purgan de ninguna manera y normalmente padecen obesidad y sobre peso. Quienes padecen este trastorno sufren de muchos sentimientos de culpa y ansiedad, lo que los hace continuar con el ciclo.

Si bien es cierto que estos son los trastornos alimenticios más comunes, , en relación con la ansiedad se pueden desarrollar muchos trastornos que, por no ser tan evidentemente graves, muchas veces pasan desapercibidos. Por ello es siempre conveniente evaluar a tiempo, cómo se encuentran nuestros hábitos generales de sueño, alimentación y ejercicio, pues estos son componentes clave para mantener la ansiedad dentro de límites saludables.

La pregunta ahora es ¿Qué se da primero: la ansiedad o el desorden alimenticio? Pues los estudios apuntan a que es la ansiedad primero y después vienen los trastornos de alimentación, exceptuando el trastorno de pánico, el cuál tiene una tendencia a surgir una vez que ya se padece algún tipo de trastorno en la alimentación.


Si el principal problema es evidentemente la ansiedad (comemos en exceso o dejamos de comer, dependiendo de nuestros niveles de la misma), es bueno calmar un poco las respuestas de nuestro sistema nervioso, para lo cual pueden ser efectivas algunas técnicas más alternativas, como ejercicios de relajación o meditación.








moreno julieta

Falsos mitos para la dieta de obesidad


Falsos mitos sobre la obesidad

Existen algunos mitos o creencias erróneas sobre los alimentos y el tratamiento de la obesidad que es necesario aclarar:

  • Las frutas engordan si se comen como postre. Los alimentos se digieren siempre de la misma forma, independientemente del orden de su ingesta, sin que esto afecte en nada a su valor calórico. Lo que sí es cierto es que si la fruta se consume al principio, su contenido en fibra puede aumentar la sensación de saciedad.
  • Los hidratos de carbono engordan más que las proteínas. Ambos aportan 4 kilocalorías por cada gramo de nutriente.
  • Beber agua durante las comidas engorda. El agua es un nutriente acalórico, por tanto, no aporta calorías ni engorda. Otra cosa es la retención de líquidos que ocurre con algunas enfermedades, pero que nada tiene que ver con el aumento de la grasa corporal.
  • Las tostadas engordan menos que el pan. Poseen el mismo valor calórico. Soólo se diferencian en que el pan tostado contiene menos agua.
  • Las vitaminas aumentan el apetito. Está totalmente comprobado que ninguna vitamina estimula el apetito.

El agua engorda durante las comidas

FALSO: El agua es un nutriente acalórico, es decir que no aporta calorías. Por tanto no engorda ni adelgaza si se toma antes, durante o después de las comidas. Además, el agua es una fuente importante de minerales y electrolitos y un elemento vital para mantenernos correctamente hidratados.

Mi metabolismo es muy bajo y por eso engordo

FALSO: Las calorías que necesita una persona sana van en función de la edad, peso y talla, lo que se denomina metabolismo basal; por eso cuanto mayor sea su peso mayor será su metabolismo. Es la masa muscular la que se encarga de quemar calorías, por ello se recomienda realizar ejercicio físico.
Los nervios me engordan
FALSO: El aumento de peso lo origina una ingesta excesiva de alimentos de alto contenido energético que se ve favorecida en determinados estados de nerviosismo o de ansiedad en determinadas personas.






moreno julieta

Obesidad: tratamiento, tipo de obesidad, causas y sintomas


¿QUÉ ES?

La obesidad es una enfermedad crónica tratable. Se produce cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo. Aparte del problema que de por sí representa la obesidad, los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque actúa como un agente que exagera y agrava a corto plazo y de forma muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer como los gastrointestinales.

CAUSAS

Hay muchas causas implicadas en la aparición del problema. Aparte, de los malos hábitos de vida (mala alimentación y falta de ejercicio físico) también existen factores genéticos y orgánicos que inducen su aparición.Investigaciones recientes sugieren que, por término medio, la influencia genética contribuye en un 33 por ciento aproximadamente al peso del cuerpo, pero esta influencia puede ser mayor o menor en una persona en particular.

SÍNTOMAS DE OBESIDAD

La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo. La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada momentánea de la respiración(apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos.


TIPOS DE OBESIDAD

Obesidad mórbida.


La obesidad mórbida es una de las enfermedades más características de nuestro tiempo, sobre todo por el número de complicaciones que tiene asociadas. Para tratarla es necesario el empleo de la cirugía, ya que las dietas no surten ningún tipo de efecto. Las técnicas para reducirla son de dos tipos: reseccionistas, encaminadas a inducir una mala absorción de los alimentos, o restrictivas. Las segundas son menos agresivas, ya que no precisan resecar nada; basta con reducir el tamaño del estómago para que el paciente no pueda comer. La cirugía reseccionista es la única forma de que el enfermo pierda peso en muchos casos de obesidad mórbida. Con las técnicas reductoras se producen menos efectos secundarios, pero no se pierde peso con la misma facilidad. Existen tres técnicas quirúrgicas para la obesidad mórbida: la gastroplastia vertical o técnica de Maxon, la gastroplastia con banda gástrica ajustable o el "by-pass" gástrico.

 Obesidad infantil.

Entraña alteraciones endocrinometabólicas que condicionan un mayor riesgo cardiovascular en la edad adulta. Estos factores se relacionan, fundamentalmente, con la edad de inicio de la obesidad y con el tiempo de evolución. Cuando la obesidad se presenta en edades muy tempranas o cuando el tiempo que se ha estado padeciendo es prolongado, el riesgo de presentar eventos cardiovasculares en la edad adulta es también más elevado. Los médicos aconsejan que para prevenir la obesidad en los niños es bueno que la dieta sea variada y elástica, reduciendo las grasas de la bollería, pastelería y la comida industrial en general. También es fundamental que hagan ejercicio, que sean conscientes de que deben tener una alimentación sana y que no vean tanto la televisión.

TRATAMIENTOS



La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola, identificando precozmente a los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a cambiar el peso. Los médicos consideran que el obeso debe ser considerado como un enfermo crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica. Los nuevos enfoques terapéuticos están basados en promover una pérdida de peso con programas de control de las enfermedades y problemas asociados, que dan lugar a problemas vasculares, cardiacos y metabólicos.
El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas que impliquen una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo plazo, y además, reducir el riesgo de muerte prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y vascular. En ciertos casos, los médicos pueden decidir que, además de cambiar la dieta y realizar ejercicio físico, es necesario completar el tratamiento con fármacos, que deben ser administrados con una dieta moderadamente hipocalórica y equilibrada.

















moreno julieta

Permarexia



PERMAREXIA


Aunque el término permarexia todavía no es aceptado por la comunidad médica se utiliza para describir el fenómeno que afecta a las personas que, al estar obsesionadas con el sobrepeso y con el miedo a engordar se someten a dietas permanentes (de bajo contenido calórico, ya que su principal obsesión son las calorías que aportan los alimentos) y que podrían terminar padeciendo anorexia o bulimia en un futuro más o menos cercano. Para un amplio porcentaje de la población, sobre todo entre las mujeres, hacer dieta forma parte de su rutina, pero hay casos en los que el deseo de adelgazar se convierte en una obsesión que puede hacer peligrar la vida. 

A diferencia de la ortorexia estas personas no se preocupan solo de ingerir productos saludable, si no que su atención se centra en el valor energético de los alimentos. Además no llegan a extremos como dejar de comer o recurrir al vómito, ni a la utilización de fármacos, diuréticos o laxantes, pero su obsesión les lleva a serias descompensaciones en el organismo.




El perfil de las personas que padecen esta enfermedad es el siguiente:

-Baja autoestima
-Autoenes sociales inestables
-Problemas emocionales
-No reconocen su enfermedad
-Preocupación por conocer y llevar a cabo varios tipos de dietas
-Obsesión constante por las calorías que poseen los alimentos (controlan cada alimento que comen y miran en el envase las calorías que contienen)
-Nunca terminan de estar a gusto con su físico
-Suelen presumir de entender mucho de nutrición para justificar que siguen esas dietas por motivos de salud
xigencia
-Pasividad e indefensión
-Relacio



VIGOREXIA


La vigorexia es un trastorno en el cual una persona constantemente se preocupa por parecer demasiado pequeña y débil. Aquellos con vigorexia sufren el problema opuesto de alguien con necesidad de tratamiento de la anorexia.
Otros nombres comunes para vigorexia incluyen dismorfia muscular y anorexia inversa. Las personas con este trastorno no son débiles o subdesarrollados, en absoluto, por lo general tiene gran masa muscular. Esta enfermedad es más común en los hombres.
Este trastorno es una forma de trastorno dismórfico corporal y se relaciona con eltrastorno obsesivo compulsivo. Las personas con dismorfia muscular constantemente se obsesionan con sus imperfecciones, y distorsionan su percepción de sí mismas. La insuficiencia sentida por las personas con vigorexia afecta a numerosos ámbitos de la vida, que van desde las relaciones personales a la salud física y emocional. Esta insatisfacción con la imagen corporal es común en las personas con trastornos de la alimentación.

Síntomas

Uno de los principales síntomas de la vigorexia es un programa duro entrenamiento que se centra en el levantamiento de pesas con el objetivo de agrandar los músculos.

Causas

Hay algunos factores posibles de riesgo que contribuyen a la vigorexia: la intimidación y burlas durante el período escolar, el perfeccionismo, etc. 

Complicaciones

Los problemas que puedan surgir son el daño de músculos y articulaciones, depresión, efectos peligrosos de los esteroides, etc. 

Tratamiento

Consiste en la atención psicológica a largo plazo. Las drogas psiquiátricas se pueden utilizar para controlar la depresión.