lunes, 17 de noviembre de 2014

RIESGOS DE SUICIDIOS EN PERSONAS CON TRASTORNOS ALIMENTICIOS.
Las ideas y las conductas suicidas de los anoréxicos "no deberían considerarse algo pasajero (...) Deberían tomarse en cuenta seriamente y recibir tratamiento profesional"
Los 413 participantes (la mayoría mujeres) tenían entre 16 y 76 años. Casi el 17 por ciento de la cohorte mencionó haber intentado suicidarse por lo menos una vez, principalmente entre los 7 y los 40 años de edad.
Más de la mitad de esos casos recibió atención médica, publicó el equipo en la revista Psychosomatic Medicine.
Los participantes con un subtipo restrictivo de anorexia nerviosa, definido como restricción grave de alimentación sin antecedentes de atracones compulsivos o purgas, tenían el nivel de riesgo más bajo: el equipo halló que alrededor del 7 por ciento de este grupo había intentado suicidarse por lo menos una vez.
En cambio, el 26, el 29 y el 21 por ciento de los participantes con los subtipos de la enfermedad que incluyen purgas, atracones compulsivos y la combinación anorexia/bulimia, mencionaron haber intentado suicidarse por los menos una vez.
Esos subtipos incluyen conductas simples o combinadas de vómitos, abuso de laxantes o diuréticos y atracones compulsivos.
Además de la tan difundida relación entre la depresión y el riesgo de suicidio, el equipo halló que intentar quitarse la vida estaba asociado también con otros factores, como pánico, estrés postraumático, abuso o dependencia de las drogas, conducta dramática o errática, alteraciones del control de los impulsos y autolesiones o cleptomanía.
"El estudio reafirma que la anorexia es un trastorno mental grave", finalizó Bulik.
NEUROCIENCIA | Bulimia, anorexia...

Morir antes por culpa de los trastornos alimenticios


Sufrir anorexia aumenta unas cinco veces el riesgo de muerte y padecer bulimia u otro tipo de desorden alimentario lo duplica, según un estudio realizado por investigadores de la Loughborough University, en Reino Unido, publicado en 'Archives of General Psychiatry'.
La causa del fallecimiento de estos pacientes no está siempre clara. Sin embargo, entre los pacientes con anorexia que mueren, uno de cada cinco casos es un suicidio. Las otras muertes son atribuidas a los brutales efectos que tienen los desórdenes alimentarios sobre el cuerpo cuando se sufren durante mucho tiempo.
Según el líder de este estudio, Jon Arcelus, "por supuesto, los desórdenes alimentarios tienen serias consecuencias físicas". Este estudio "no pudo identificar cuántas personas morían, pero no hay duda de que las razones que había detrás estaban relacinadas con problemas físicos de la enfermedad", apunta.
Los investigadores llevaron a cabo un meta-análisis de 36 estudios publicados entre 1966 y 2010, que incluyeron a 17.000 personas con este tipo de trastornos, de las que murieron un total de 755.
Sus análisis mostraron que cinco de cada 1.000 personas con anorexia fallecían cada año, lo que es cinco veces más de lo que se podría esperar para un grupo similar formado por personas de la población general, sin desórdenes alimentarios.
Entre aquellas personas con bulimia u otros desórdenesalimentarioss, la tasa de muerte fue el doble de la esperada, en comparación con personas sin trastornos alimentarios.
-Kiara Bueno.

TRASTORNOS ALIMENTICIOS Y MITOS DE LA BELLEZA RELACIONADOS CON ADICCIONES


 1.       ¿Cuáles son las principales adicciones de los jóvenes y adultos?
Las principales adicciones, que en psiquiatría se denominan Trastornos Relacionados con Sustancias (TRS), involucran dos sustancias de curso legal: el alcohol y la nicotina, siendo el alcohol el que genera el cuadro más grave, tanto en morbilidad, como mortalidad.

 2.       ¿Cuál considera son los principales factores que producen trastornos alimenticios en los jóvenes?
 Hay numerosos factores involucrados en la génesis de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), los cuales afectan principalmente a la población joven. Por un lado se encuentran las variables genéticas, las experiencias infantiles y de la adolescencia traumáticas (incluidas el abuso físico y sexual) y, por el otro lado, variables socioculturales, dentro de las cuales se encuentran la preeminencia de los medios audiovisuales en la vida cotidiana y la llamada sociedad del "vacío", en el contexto de la denominada "Modernidad Líquida".

 3.       En estadísticas, ¿quiénes sufren más de estas enfermedades (población, género, edad)?
Los TRS afectan sobre todo a varones, entre 15 y 35 años; los TCA a mujeres, también entre 15 y 35 años. Se dice que los TCA son la "cara femenina" de los TRS, en el contexto de las llamadas "patologías del vacío" 

 4.       ¿Cuáles son los principales síntomas para descubrir que un familiar está sufriendo de esta enfermedad?
En los TCA las pacientes tienden a aislarse, a restringir la alimentación (con excusas repetidas, por ejemplo alegando dolor de estómago), evitar comidas (también con excusas repetidas, como que comió en otro lado), a quedarse mucho tiempo en el baño luego de comer y a encontrarse muy irritables. En los TRS los paciente tienden a quedarse despiertos hasta muy tarde solos, a dejar las amistades habituales para comenzar salidas con "nuevas amistades", hay dificultad para cumplir las demandas de las actividades académicas o laborales que tengan, tienden a encontrarse muy irritables y a quedarse encerrados en su cuarto mucho tiempo.

 5.       ¿Tiene cura?

Sí, entendiendo por cura el concepto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es el logro de la plenitud biopsicosocial. Es el objetivo que se busca en todo tratamiento, aunque no sea sencillo.

 6.       ¿Pueden sufrir de una recaída?
Sí, lo más habitual es que esto ocurra cuando el paciente interrumpe el tratamiento, por sentirse mejor y considerar que no lo necesita más.

 7.       ¿Cómo se puede ayudar desde la casa a las personas que sufren de estos trastornos?
 Lo principal son 2 cuestiones: diálogo franco, directo y buscar un lugar especializado en la atención de estos pacientes (estos pacientes tienden a no mejorarse en los lugares donde no se realiza atención especializada e interdisciplinaria)

 8.       ¿Los adultos sufren de estos trastornos y de qué tipo?
Sí, cada vez hay más adultos con cuadros crónicos (tanto de TCA, como de TRS). Respecto al tipo de cuadro que sufren, en el caso de los TCA, el más frecuente es el llamado Trastorno por Atracones y, en el caso de los TRS, el cuadro más frecuente es el vinculado al consumo de Alcohol y nicotina (no diferenciándose en este último caso de la población más joven, la diferencia en esta población es que es menor la incidencia de los Trastornos vinculados a otras sustancias, como la cocaína, la marihuana, el LSD, entre otras)

 9.       Explicar el mito de la belleza y su relación con las adicciones
 Es muy extenso de explicar, pero para resumir podría decirse que, frente al vacío cultural de nuestra actual modernidad "líquida", aquellos que han sufrido experiencias traumáticas y/o cuestiones de características análogas, tienden a buscar en la belleza y lo vinculado a ella, la solución, a la vez que un escape, a muchos de sus problemas principales (ésta es una búsqueda principalmente inconsciente). Como esta solución obviamente no es posibles a través de dicha vía, la búsqueda se vuelve una obsesión, reforzada a su vez por su utilidad como escape (la preocupación principal pasa a ser ahora la imagen corporal y no el problema de fondo), algo que puede verse claramente en los TCA. En el caso de los TRS, el abuso o dependencia de la sustancia ocupa un lugar similar al de la belleza, generando una situación análoga, a la cual hay que sumarle el efecto neuropsiquátrico reforzador de la sustancia consumida.

 10.   ¿Se puede prevenir esta enfermedad?
Sí, ya hay numeroso Talleres que se han hecho en los Colegios que reducen la incidencia de dichos cuadros; asimismo hay trabajos que demuestran que ciertas conductas en el hogar también reducen la probabilidad de que aparezcan dichos Trastornos, como por ejemplo el diálogo intrafamiliar, el no estar el niño más de 2 horas solo frente a la TV, la PC u otro aparato similar, ciertos hábitos alimentarios de los padres, etc.

11.   ¿Es esta enfermedad hereditaria?

 Si bien hay variables genéticas que pueden facilitar la aparición de estos cuadros, los mismo no son hereditarios como lo es el color de cabello, la altura o el color de la piel, ya que hay muchos otros factores que influyen en la génesis de estos graves cuadros (como las experiencias infantiles y las variables socioculturales mencionadas previamente). 

Julieta Simioni
Bajo el título de La impulsividad en la bulimia nerviosa, ha señalado la baja autoestima como principal factor causante de esta enfermedad. 

La bulimia nerviosa es conocida como un trastorno alimentario grave, pero no es el único, también conlleva muchos otros trastornos añadidos aunque no tan conocidosEizaguirre ha mencionado como principales la depresión, trastornos de ansiedad, adicciones y trastornos de personalidad. Por lo tanto, no es suficiente con que el enfermo “aprenda a comer”, sino que es un proceso mucho más complejo. 

Las personas que padecen bulimia nerviosa tienen una conducta impulsiva caracterizada por abusar de sustancias como drogas y alcohol y por ser sexualmente promiscuas , con el riesgo que ello conlleva. 

Con frecuencia también llevan a cabo autoagresiones e incluso pueden llegar al intento de suicidio. El doctor ha afirmado que un tercio de las mujeres que padecen bulimia han sufrido abuso sexual. 

Estas experiencias traumáticas "se guardan en un cofre". Es un hecho tan impactante para la psique que cuando algún estímulo externo les hace recordarlo, la persona "se queda en un estado de estupor" y revive la ansiedad que tuvo cuando sucedió. 

Cuando una persona padece algún tipo de trastorno alimenticio es más vulnerable al estrés, a la impulsividad y a sufrir trastornos afectivosAdemás “la malnutrición altera muchísimo la mente”. Esa preocupación por el cuerpo y por el peso le lleva a ayunar, a hacer un uso abusivo de laxantes y en ocasiones de diuréticos. La persona siente hambre, se da un atracón de comida y posteriormente siente una sensación de culpa y ansiedad que le lleva a vomitar. 

Todo ello provoca en ella un aumento de la inestabilidad afectiva y de la impulsividad. Este ciclo bulímico, tal y como ha señalado Eizaguirre, hay que cortarlo y lo tiene que entender la paciente y la familia. 

La impulsividad se da en un gran número de trastornos: afectivos, de personalidad o trastornos de la propia imagen corporal. Es un síntoma importante porque “la persona corre grave riesgos” y hay que “contenerle para que no se dañe por esa impulsividad”.

La bulimia multiimpulsiva es de hecho una de las más graves y una de las que requiere de unos programas mucho más elaborados. Son personas con la personalidad muy alterada y con “un trastorno depresivo muy severo”.

La clave de la impulsividad está en la serotonina, neurotransmisor cerebral encargado de regular el estado de ánimo. Incide mucho en la concentración, en el sueño y en la depresión. Con bajos niveles de serotonina, se dan muchos cambios del estado de ánimo y la depresión siempre está presente. 

Sobrevaloración de la imagen corporal hoy día y la búsqueda de aceptación por parte de los demás
Si yo siento que por dentro no valgo nada, voy a ver “si siendo como la sociedad actual dice que debo ser, alguien me acepta” La persona no se siente querida, siente un vacío emocional e intenta llenarlo con cosas” cuando quisieran llenarlo con afecto” 

El doctor ha comentado los diferentes programas que llevan a cabo en su centro, como terapias de control del vómito o trabajos corporales. A lo largo del tratamiento se toman diferentes medidas para quitar el dolor y sufrimiento al paciente para dar tiempo a que el proceso haga efecto y la persona se cure.

Julieta Simioni

Como prevenir los trastornos alimenticios en los adolescente

Dos de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más frecuentes en la adolescencia son la anorexia y la bulimia. Ambos maltratan físicamente el cuerpo y  afectan las relaciones de los enfermos con su familia y el entorno.  
Más que cuestionar los posibles causas de este mal, entre las que figuran  los patrones de belleza impuestos desde la pasarela y la ineficacia de modelos de comunicación — más bien de incomunicación— que aíslan y enajenan a los adolescentes, me interesa hoy ayudar a prevenir estas formas de TCA pues una vez instaurados son difíciles de remediar sin que permanezcan tristes secuelas.

Según los especialistas, este tipo de trastornos es más frecuente en las mujeres que en los hombres —un 90 frente a un 10  por ciento—. Existe consenso acerca de la efectividad de los grupos de autoayuda y otras formas de psicoterapia asistida que enmiendan la autoestima, usualmente dañada en estos pacientes, y les instruye acerca de las pautas necesarias para conseguir una dieta equilibrada y sana.

Terapia psicológica personal 


Pero a veces no es suficiente la terapia psicológica personal y/o familiar, en algunos casos se precisa de tratamiento farmacológico y se impone ayuda especializada para restaurar los daños orgánicos que las TCA ocasionan, así como la recuperación del peso adecuado y el aprendizaje de los hábitos dietéticos correctos.
Quererse uno mismo y aceptarse tal cuál te pinta el espejo, podría ser el antídoto perfecto. Una correcta autoestima inmuniza de por vida frente a los TCA. Quien se ama a sí mismo, suele sentirse satisfecho con lo que la naturaleza le ha dado y su espíritu soportará, sin mellas, comentarios, burlas y hasta destructivas opiniones ajenas que pueden no faltar en el entorno juvenil. 
Claro está, la percepción de la imagen propia también suele estar circunstancial mente tamizada por los sentimientos y estados de ánimo: si has tenido un buen día, tu apariencia frente al espejo te hará brotar una sonrisa; en cambio, si estás triste o deprimida, podrías decepcionarte, incluso, de lo que hasta ayer te hizo feliz.

Julieta Simioni

Problemas alimenticios

Los problemas alimenticios que usualmente experimenta el adolescente son resultado de depresiones, malos hábitos de nutrición y por el hecho de querer las comidas de moda. Pero, aparte de esto, existen dos desórdenes psiquiátricos de la alimentación: la bulimia y la anorexia nervosa, que actualmente están más presentes especialmente en las jóvenes.
Según investigaciones realizadas en Estados Unidos, 10 de cada 100 mujeres jóvenes sufren de un desorden de la alimentación; ciertamente también se encuentra esto en jóvenes, pero es menos frecuente.
Ante esto, muchos padres de familia se preguntan cómo se pueden reconocer los síntomas de la anorexia nervosa y de la bulimia, puesto que muchos adolescentes pueden ocultar a sus familias por meses o aun por años estos desórdenes de posibles consecuencias serias o fatales.
Síntomas de la anorexia nerviosa:
La joven con anorexia nervosa es típicamente una perfeccionista. En su mente tiene la firme creencia -irracional- que está gruesa inclusive cuando pierde mucho peso y se pone muy delgada. Esta persona siente la necesidad de tener en control de su propia vida, experimentando este control sólo cuando niega la demanda que su cuerpo necesita de comida. Es su obsesión por adelgazar, la adolescente poco a poco se está matando a causa de su régimen de hambre. Esto puede llegar a situaciones muy serias de dañar su cuerpo, e inclusive hasta puede llevarla a la muerte.
Síntomas de la bulimia:
Los síntomas de esta enfermedad se identifican al momento que la persona ingiere grandes cantidades de comida de altas calorías y luego se purga de estas calorías vomitado y/o usando laxantes.
Además, esta excesiva alimentación puede alternarse con dietas extremas que trae como consecuencia fluctuaciones de peso dramáticas. Las repetidas purgas traen consigo un peligro muy serio a la salud física, incluyendo la deshidratación, el desequilibrio hormonal, el agotamiento de minerales importantes y el daño a los órganos vitales.
Asimismo, las personas que padecen esta enfermedad suelen experimentar depresión, ansiedad y abuso de substancias.
El tratamiento para estas personas debe ser comprensivo y requiere de un tratamiento en equipo; es decir mucha colaboración de los familiares, amigos y médico.
Es importante el que se reconozcan estos problemas y se les de el tratamiento apropiado.
OBESIDAD
Los trastornos alimentarios son trastornos psicológicos que cursan con graves alteraciones de la conducta alimentaria. Aproximadamente entre un 2% y un 4% de mujeres jóvenes sufre síndromes completos de trastornos del comportamiento alimentario (TCA): anorexia y bulimia nerviosas. Según criterios DSM-IV-TR (APA, 2000), la patología alimentaria, incluyendo formas clínicas completas o subclínicas como el trastorno por atracón, constituye uno de los problemas psicológicos más prevalentes en las mujeres.
Son alteraciones marcadas por la cronicidad y las recaídas y asociadas a un elevado riesgo de suicidio. Sus consecuencias pueden ser muy severas, hasta tal punto que pueden causar la muerte. Así mismo, presentan una elevada comorbilidad con otro tipo de trastornos, como la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias, los problemas de salud y obesidad 
                                                                                               ANOREXIA.
OBESIDAD.






La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que suele iniciarse en la infancia y la adolescencia. Tiene su origen en una interacción genética y ambiental, siendo más importante la parte ambiental o conductual, que se establece por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Se caracteriza por una excesiva acumulación de grasa corporal y se manifiesta por un exceso de peso y volumen corporal. Sin embargo, es muy simplista pensar que la obesidad sólo se debe a un consumo excesivo de alimentos y a una actividad física deficiente.
Los cambios demográficos y culturales han afectado al comportamiento de los niños en múltiples aspectos, incluidas la conducta alimentaria y la actividad física.

-Kiara Bueno


Transtorno alimenticios

Los trastornos que empiezan en la juventud, en la adolescencia, sin importar qué trastorno sea, son siempre más difíciles de tratar y es más difícil recuperarse", aseguró el Dr. David Schlager, profesor clínico asistente de psiquiatría y ciencias conductuales de la de la Facultad de medicina del Centro de Ciencias de la Salud de Texas A&M.
 Nadie sabe exactamente por qué esto es así, en términos de química cerebral, pero la adolescencia puede ser bastante difícil, incluso sin estas complicaciones.
 En la anorexia, [que por lo general aparece en edades comprendidas entre los 14 y 17], cuando el peso es muy inferior al normal, el cerebro y el cuerpo tienden a reaccionar de manera diferente", dijo Andrea Vazzana, profesor clínico asistente de psiquiatría infantil y adolescente en el Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Nueva York. "Alguien cuyo peso sea muy inferior al normal es más propenso a tener dificultades para concentrarse y tomar buenas decisiones. El razonamiento se torna más difícil y el estado de ánimo resulta afectado. La persona está más irritable, deprimida y ansiosa".






Los trastornos alimentarios son tan comunes en los Estados Unidos que 1 o 2 de cada 100 estudiantes padece uno de estos trastornos. Cada año, miles de adolescentes padecen trastornos alimenticios o problemas de peso, de alimentación o con la imagen corporal.
Un trastorno alimentario implica más que simplemente hacer dieta para perder peso o hacer ejercicio todos los días. Se trata de comportamientos alimentarios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas. También guarda relación con personas que no salen con amigos porque creen que es más importante salir a correr para contrarrestar el dulce que comieron más temprano.
Los trastornos alimentarios más comunes son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como "anorexia" y "bulimia"). Pero existen otros trastornos relacionados con la alimentación que se están volviendo más comunes, como el trastorno por atracón, los trastornos relacionados con la imagen corporal o las fobias a determinados alimentos.


carolina lima

domingo, 16 de noviembre de 2014

SADOREXIA

SADOREXIA

La sadorexia es un trastorno alimenticio poco conocido, ya que se trata de una evolución de la anorexia tradicional. Es lo que se llama un trastorno alimenticio de segunda generación y que debemos tener presente, pues es mucho más serio que la anorexia en sí misma, pues mezcla los síntomas de ésta con el auto maltrato físico de las personas enfermas. Es necesario que conozcamos lo que este trastorno alimenticio puede hacer en nosotros.
Como su nombre indica, la sadorexia mezcla la anorexia con el sadomasoquismo, es decir, no comer con el maltrato físico. Esta enfermedad conjuga a la perfección comportamientos propios de la anorexia y la bulimia, como no comer, provocarse el vómito… Junto a esto lo que los enfermos suelen hacer es provocarse dolor mediante autolesiones que llevan a cabo en su propio cuerpo para evitar así las ganas de comer. El castigo físico es una manera de acabar con la ansiedad que causan las ganas de comer. De esta manera lo que se consigue es acabar con el hambre que causa la falta de alimento, y así adelgazar mucho más deprisa.
La sadorexia es el punto más extremo de la anorexia, y las personas que la padecen suelen alcanzar una delgadez máxima que las deja sin fuerza para poder enfrentarse al día a día y dañar así gravemente el organismo de las personas afectadas por este trastorno. Las personas que padecen algún trastorno alimenticio por lo general suelen tener muy baja autoestima y sensación de no tener el control sobre su vida. Por este motivo recurren a controlar la alimentación, que es la única vía de escape. En el caso de la sadorexia esta sensación de control sobre el propio cuerpo es mayor, ya que las autolesiones hacen a los enfermos sentir menos ansiedad.




SEUDOREXIA

La Seudorexia es el deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas como tierra, tiza, yeso y algodón.